¿POR QUÉ HAY TANTA MALDAD EN EL MUNDO?
La maldad está presente en el ser humano, pero hay una manera de que no se deje llevar por esto
Posiblemente, usted ya se preguntó: «¿Por qué hay tanta maldad en el mundo? ¿Por qué muchas personas hacen el mal, a veces, incluso a personas de su propia familia? ¿Acaso el ser humano nace malo?». Entendamos lo que dice la Palabra de Dios al respecto. Y, para eso, necesitamos regresar al inicio.
Cuando Dios creó al hombre, no existía el mal, pero Dios le dio al hombre el poder de decidir. ¿Por qué le dio ese poder? Muchos se preguntan: «Si Dios ya sabía que el hombre comería del árbol, ¿porque lo puso en medio del Jardín?». La alternativa no es una opción: Dios crea al hombre, lo programa para que solo Lo ame y Él viviría en la ilusión de que el hombre Lo ama. Dios no haría eso. Sería una existencia robótica, un amor preprogramado.
Además, ¿qué es el amor, sino una decisión? ¿Por qué pretendo terminar mis días al lado de Cristiane? Porque la elegí. El que ama no le importa lo que piensan los demás. Las personas confunden amor con pasión, que es pasajera. El sentimiento puede existir ahora y ese mismo sentimiento de pasión puede matar, como un crimen pasional. Por lo tanto, el amor no es sentimiento, es una decisión. Incluye el sentimiento, pero, sobre todo, es una decisión. Usted elige el bien cada vez.
Dios creó al hombre con el poder de decisión, para que él Lo amara. Todo lo que el hombre debía hacer era no tocar el árbol. Pero la propuesta llegó cuando Satanás fue el mayor envidioso del ser humano, porque perdió la posición que tenía en el cielo. Vio que Dios creó al ser humano con un cariño tan especial, que no acepta el amor del Padre por el ser humano. Como no puede destruir a Dios, intenta destruir a Su criatura. La maldad entró al mundo cuando Satanás, usando a la serpiente, habló con la mujer.
La serpiente dijo: «… sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal», Génesis 3:5. La serpiente le dijo la verdad en ese punto, ellos fueron avisados.
Nadie nace malo, pero el mal está en nuestro interior. ¿Nunca sintió ganas de hacer justicia por mano propia? ¿Quién no mintió? ¿Quién no tuvo algún pensamiento adúltero? ¿Quién no pensó en sacar ventaja del prójimo? Todo eso está en nuestro interior. Jesús reveló que lo que contamina al hombre no es lo que viene de afuera, sino lo que él produce. Nos cabe a nosotros dominar ese mal.
Pero hay una alerta: «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes», Efesios 6:12.
Hay una guerra espiritual detrás de todo lo que ven nuestros ojos. Siempre hay un espíritu a nuestro alrededor soplando inspiraciones malignas. A veces, usted no sabe de dónde vienen esas sugerencias. A veces, están en la boca de un familiar, de un amigo, de un extraño, de internet.
Pero estos espíritus no pueden decidir por nosotros. Es usted el que decide. Ahora entiende por qué hay tanta maldad en el mundo.
Vea el mensaje en el siguiente video.