Un joven en la Biblia llamado Esteban murió por un discurso que dio. Las palabras fueron tan fuertes que los religiosos de la época decidieron apedrearlo.

Actualmente, estamos en la época de la «censura». Muchos son «apedreados» por expresar una opinión. Eso no mata como el apedreamiento, pero mata la reputación, le cierra la puerta de un trabajo.

Veremos un fragmento de lo que dijo Esteban (está escrito en el capítulo 7 de Hechos). Los judíos religiosos estaban celosos por el rápido crecimiento de la iglesia cristiana y querían detenerla (incluso matarla si fuera necesario).

Y Esteban les dijo: «Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros», Hechos 7:51.

Esta palabra provocó el enojo de esos religiosos judíos, confirmando lo que Esteban dijo sobre ellos.

Eso también tiene que ver con su vida. «Dura cerviz» fue una expresión que el propio Dios usó en el desierto, en los tiempos de Moisés. Significa «cuello que no se inclina», es decir, se trata de una persona orgullosa, que no se somete; es alguien con la «nariz parada». Usted sabe que la manera correcta de que alguien sea infeliz en la vida es ser orgulloso. Puede incluso tener una apariencia de felicidad, sin embargo, cuando está solo, ni él mismo se aguanta.

Pero mirémonos a nosotros mismos. ¿Cuántas personas tienen dificultades para agachar la cabeza y decir: «me equivoqué»? Es una rara cualidad entre las personas. Y usted empieza a entender el por qué a Dios le es difícil ayudar a ese tipo de persona. Era para que ellos anduvieran sumisos diciendo: «Fue por la gracia, no merecíamos lo que Dios nos dio». Sin embargo, sucedía lo contrario, porque ellos se vanagloriaban.

«Incircunciso» se refiere a la «circuncisión» en la práctica judía. El niño, a los ocho días de haber nacido, era circuncidado. Se cortaba el prepucio para aumentar la sensibilidad. Entonces, «incircunciso de corazón» era alguien que no sentía culpa, era insensible a los sentimientos (al dolor del prójimo, por ejemplo). Es centralizado en lo que cree o desea. Si lo que piensa perjudicará a alguien, es mala suerte de la otra persona. Solo piensa en sí mismo.

¿Usted también no estará actuando como un «incircunciso de corazón», que solo se preocupa por lo útil y por lo que le agrada? ¿Un «incircunciso de oído»? (ellos no escuchaban la Palabra de Dios). El discurso de Esteban fue para sensibilizarlos, pero el incircunciso interpreta todo mal, solo escucha lo que es malo.

«… Resistís siempre al Espíritu Santo…» El Espíritu Santo es Dios y Él habla, intenta orientar. No obstante, cuando la persona se Le resiste, Él no actúa. El fin de quien se resiste al Espíritu Santo no será bueno. Usted se estrellará. Se lo digo para que despierte antes de que suceda una tragedia en su vida. Usted ahora puede inclinarse y dejar su corazón sensible a la voz de Dios. Porque, si no lo hace por buena voluntad, será quebrado, humillado. Esto se lo digo para su bien.

No se resista al Espíritu Santo, cuanto más temprano usted se incline a lo que Él está intentando fomentar dentro de usted, más rápido Él podrá actuar en su vida.

Piense al respecto y vea el mensaje completo en el siguiente video.