QUÉ PIENSA DIOS SOBRE PEDIR PRÉSTAMOS
¿Acaso el préstamo es realmente una bendición o es una trampa disfrazada? Antes de pedir un préstamo, ¡vea este video!
La Biblia nos alerta sobre los riesgos del préstamo y enseña sobre la importancia de la independencia financiera.
En Proverbios 22:7, está escrito: «El rico domina a los pobres, y el deudor es esclavo del acreedor».
Ahora, en Deuteronomio 28:12, Dios promete bendiciones para los que obedecen Su Palabra, afirmando que Su pueblo prestará a muchas naciones, pero no pedirá prestado.
«Abrirá el Señor para ti Su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado».
Estos pasajes revelan que el plan de Dios no es que Sus hijos vivan dependiendo de un préstamo, sino que sean proveedores. Sin embargo, la Biblia también enseña que prestar puede ser un acto de compasión, desde que no haya explotación. En Levítico 25:36-37, Dios instruyó a Su pueblo a no cobrar impuestos abusivos, sino ayudar a los que tienen necesidades.
La realidad es que vivir de un préstamo puede volverse una forma moderna de esclavitud. Quien pide dinero prestado trabaja el doble para pagar la deuda, muchas veces con intereses altos, lo que puede comprometer su estabilidad financiera por años. Si miramos la historia, la esclavitud literal fue abolida, pero surgió una nueva forma de denominación: la financiera. Muchos pasan la vida entera presos a las deudas, sirviendo a los acreedores como verdaderos esclavos del sistema financiero.
En lugar de recurrir a un préstamo, haga lo siguiente:
Si usted está endeudado o considera tomar un préstamo, es esencial buscar una solución antes de comprometer aún más sus finanzas. La Biblia enseña que la obediencia a Dios trae prosperidad y que Él bendecirá la obra de sus manos. En lugar de recurrir a un préstamo, pídale a Dios dirección sobre el camino correcto a seguir. Evalúe formas de generar recursos a través del trabajo honesto y productivo, aunque esté fuera de su área de especialización.
No tenga miedo de esforzarse, sino de vivir aprisionado por las deudas. Crea que, con fe y dedicación, es posible alcanzar la independencia financiera y evitar la trampa del endeudamiento. Decida confiar en Dios y en su capacidad de prosperar sin necesitar un préstamo.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.