RESPONSABILIDAD Y HONOR: LA HISTORIA DE JAMES BRADDOCK
Muchos hablan sobre la responsabilidad y el honor, pero la verdad es que, a lo largo de los años, estos valores se han perdido. Ser responsable es entender que un día seremos llamados a responder por nuestras acciones, y que las excusas no serán suficientes para justificarnos
Quiero contarle la historia real de un hombre que ilustrará lo que significa tener un sentido de responsabilidad y honor.
James Walter Braddock murió en 1974. Él fue estadounidense, boxeador, campeón de la categoría «peso pesado» en 1935, en Estados Unidos, y vivió durante la crisis económica de la Gran Depresión. James ya era boxeador, pero, debido a lesiones, dejó el deporte para trabajar en los puertos. Con la «Depresión», perdió su empleo y, como miles de personas, necesitó la ayuda del gobierno. Las filas frente a las oficinas de beneficios eran enormes; las personas recibían un cheque que podían usar para comprar víveres para sus familias.
James tomó el cheque y se fue a su casa. Indignado con la situación, siendo un luchador en la vida, decidió que regresaría a las peleas profesionales, incluso contra el consejo de los médicos. No tenía otra opción. Comenzó a pelear hasta que, en 1935, desafió al campeón mundial. No tenía posibilidades de ganar esa pelea, pero él creyó y ganó, convirtiéndose en el campeón.
Después de ganar una buena cantidad de dinero, volvió a la oficina del gobierno y devolvió todo el monto que había recibido durante el período en el que lo necesitó. Lo hizo por una cuestión de honor y para ayudar a otras personas, aunque no necesitaba hacerlo.
En Brasil, vimos la noticia de que cerca de 3 mil millones de reales de la «Bolsa Familia», el subsidio que se le da a la población, fueron destinados a las apuestas. Puede ver la diferencia en la conciencia de carácter y de responsabilidad.
La palabra «responsabilidad» se ha perdido a lo largo de los años, porque muchos no están siendo responsables por sí mismos. Se ha perdido la conciencia: «Yo respondo por mí y por lo que se me ha confiado». «Responsabilidad» es cuando la persona se esfuerza para no pasar vergüenza.
En la Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30), vemos a esa persona que, ante el trono de Dios, no tendrá excusas. Aunque sabía lo que el Señor le exigiría, el hombre fue irresponsable. La Salvación es la responsabilidad individual de cada uno. Usted responde por las decisiones que toma. La persona quiere dar la excusa: «No sabía esto» o «la religión dijo que era así». Usted puede dar muchas excusas, pero no será justificado por estas, porque Dios le está dando información sobre su alma.
El apóstol Pablo llegó a decir: «… Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma», 2 Tesalonicenses 3:10. Es una cuestión de responsabilidad.
¿Usted ha sido responsable o irresponsable en la vida?
Vea el mensaje completo en el siguiente video.