thumb do blog Renato Cardoso
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SECRETOS DE LA ORACIÓN: ¿está orando MAL?

Existen varios beneficios de la oración en su vida, pero el principal es que hace que usted sea independiente de la oración de los demás. Usted mismo tiene acceso a Dios

La oración eficaz tiene sus secretos y quiero decirle algunos de ellos. Tal vez usted no sepa mucho sobre la oración e incluso confunda «rezar» con «orar». «Rezar» es una mera repetición de palabras que no tienen sentido ante Dios. La «oración» es una expresión sincera del alma de una persona, es algo honesto, verdadero y humilde de quien se dirige a Dios, no son palabras memorizadas.

Generalmente, cuando las personas piensan en «oración», tienden a pedir que alguien ore por ellas. Tal vez piensen que esa persona es más santa o está más cerca de Dios que ellas. ¿Por qué tienden a pedir oración? Por el entendimiento erróneo de que hay otras personas más cercanas a Dios que ellas. Pero la distancia de cualquier persona con respecto a Dios es el nombre del Señor Jesús. Por más justos que seamos, ante de Él, nuestras justicias son como trapos.

Imagínese una situación. Un desconocido sale de un automóvil y dice: «Tú eres el padre de Fulano». Y usted responde: «Sí». Entonces, él dice: «Estoy aquí, en nombre de tu hijo, pidiéndote esto». Naturalmente, usted lo escuchará, aunque no sepa si es bueno o malo; al menos, lo escuchará porque usó el nombre de su hijo. El Señor Jesús dijo que nadie llega al Padre si no es por medio de Él, que es el camino.

Muchos piensan: «Dios no me escuchará porque soy pecador». Preste atención: La distancia es el nombre de Jesús. Si hablamos en Su nombre, Él nos escucha. Usted debe desarrollar su propia vida de oración. Dios quiere escuchar su voz.

Vea lo que está escrito: «Yo Te he invocado, oh Dios, porque Tú me responderás;inclina a mí Tu oído, escucha mi palabra», Salmos 17:6.

Donde usted pueda estar a solas con Dios, puede hablar con Él con sus propias palabras, decirle lo que está en su corazón. Uno de los secretos de la oración, además de lo que ya se ha dicho, es que diga lo que pasa en su corazón. Si su corazón está preocupado por una noticia o no sabe qué hacer, hable con Dios. Derrame sus ansiedades ante Él. Vacíe su corazón de preocupaciones. Y, después de que haga esta oración, lea la Palabra de Dios para conocer Su voluntad.

Además, cuando termine de orar, agradézcale a Dios anticipadamente, tranquilice su alma y verá cómo se sentirá después de decir «amén».

Ponga esto en práctica y vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso