thumb do blog Renato Cardoso
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SI HAY ESTO EN SU INTERIOR, USTED ENCONTRARÁ A DIOS

Hay una brújula moral en su interior, que lo ayuda a encontrar y a conocer a Dios. Comience a usarla y vea los resultados

Usted que busca a Dios, que quiere encontrarlo, que tal vez está distante de Él o incluso es ateo, pero quiere conocerlo. ¿Qué es lo que Dios busca en alguien para que se revele? Un sentido de justicia. Porque el sentido de justicia es un pedacito de Dios en nuestro interior, es algo que le dio al ser humano. En cualquier cultura del mundo se sabe que robar o matar es malo. Esta conciencia viene de Aquel que nos creó.

Sin embargo, algunas personas luchan para ahogar ese sentido de justicia, dicen: «No hay Dios». Luchan contra sí mismas para intentar eliminarlo. Está escrito: «¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos!», Isaías 5:20-21. Es decir, la persona dice: «Creo que es justo robarle a mi jefe o al gobierno, porque ellos también roban», son personas que hacen su propia ley. Hay aquellos que saben que el impío está haciendo algo malo, pero los defienden.

La Palabra dice que se dejaron corromper, que de a poco quedaron anestesiados en cuanto a la justicia y no buscan más lo que es correcto. Cuando la persona pisa en ese terreno peligroso de invertir la justicia, corre el riesgo de nunca más lograr volver.

No obstante, existen aquellos que, aunque estén haciendo las cosas mal, tienen en su interior una brújula moral, que les dice: «No deberías estar haciendo eso». Son personas que están haciendo cosas malas, pero esa voz no quiere callarse dentro de sí. Es Dios llamándolo mientras hay tiempo de dejar el mal y volverse a Él.

Por lo tanto, si dentro de usted hay ese deseo de cambiar, busque a Dios mientras esta chispa está encendida. Tal vez, usted dice: «Quiero salir de esta vida, pero no sé cómo», tiene que volverse a Dios. Él es la fuente de la justicia en ese mundo. Lo que busca es Él. Reciba Su perdón y misericordia. Él perdona ante una sincera confesión, ante un deseo sincero de cambiar. ¿Qué tiene que hacer? Tiene que curvarse ante Él. «Dios, estoy torcido, pero quiero una salida», no sé cómo Lo hará, pero sé que Lo hará, porque es Él el que lo está llamando.

Piense al respecto y haga lo que es correcto. Vea el mensaje completo.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso