¿Usted ya escuchó hablar de Simón el Mago? Este fue un personaje sobre el que puede leer en Hechos, capítulo 8: «Y cierto hombre llamado Simón, hacía tiempo que estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personaje; y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, diciendo: Este es el que se llama el Gran Poder de Dios. Le prestaban atención porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicas», Hechos 8:9-11.

El contexto es que el pueblo de Samaria sufrió la influencia extranjera durante muchos siglos y mezcló la creencia judía con las creencias de otros pueblos. Incluso, el pueblo de Samaria era considerado «inferior», un pueblo que se desvió de la fe judía.

Aquí vemos a un hombre, Simón, dominando toda una ciudad; no solo a los incautos, sino a todas las personas de la ciudad.

Esto nos muestra algo muy importante: cuando una persona deja de creer en el único Dios, comienza a creer en cualquier cosa.

Tuve una experiencia así en Londres, Inglaterra, un país con tradición cristiana, que se está enfriando. Existe la cultura, por influencia de los medios, de que el británico no discute sobre religión. Ellos no quieren hablar sobre la fe. Sin embargo, curiosamente, todos los años, en Londres, se empezó a realizar una especie de fiesta mezclada con la exhibición de varios magos de diversos credos, y la población comenzó a consultarse con ellos. Estos magos no creían en Jesús, pero creían en el cristal y en las cartas. Esto es triste, porque Dios es quien nos salva de la idolatría.

Cuando usted se aleja de Dios, automáticamente, se vuelve un idólatra, porque Dios dejó Su lugar en su vida, entonces, algo ocupará ese primer lugar.

En Samaria, vemos resultados de este distanciamiento de la fe, cuando una persona deja de relacionarse con Dios.

Es necesario que abra su entendimiento. La mayoría dice así: «Todos los caminos llevan a Dios». Tome la autopista Presidente Dutra y vea si llega a Rio Grande do Sul.

«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.» Juan 14:6

Samaria entregó su alma a un hombre, un mentiroso que se aprovechó de eso para enriquecerse.

Posteriormente, en la Biblia, nosotros vamos a ver lo que le sucedió a Simón el Mago.

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