¿SIN FUERZAS? ¡ESO CAMBIA AHORA!
Usted no debe quedarse abatido y sin fuerzas. Dios cambia esa situación, si usted lo permite.
Si usted entiende esta Palabra del Trono del Altísimo, nunca más dirá: «Estoy sin fuerzas, me siento débil».
«No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.» 1 Corintios 10:13
Esta Palabra trata sobra la fidelidad de Dios, de cómo no permite que enfrentemos algo que supere nuestras fuerzas.
Cuando usted piensa: «Estoy débil, voy a desistir», eso no condice con la realidad. Es un pensamiento que entró en su mente y lo convenció; si usted cree que eso es demasiado, desiste. El diablo le da ideas al ser humano y este hace el resto. Si la persona cree en la idea, ¿qué más necesita hacer el diablo? El diablo no se acercó a Eva en el Edén y la obligó a comer la fruta del conocimiento del bien y del mal, sino que puso un pensamiento en su mente. Eso fue suficiente. Era solo eso. El diablo está en el campo de las ideas, divulga palabras, vocablos, nombre y pronombres, y las personas incautas las abrazan como si fuera verdad.
De esta manera, si usted dice que está débil o que va a desistir de una empresa, de un negocio, del matrimonio, entre otros, termina creyendo que eso es más fuerte que usted, baja la retaguardia y deja de luchar. ¿Qué sucede? La derrota está garantizada.
No hay nada que esté por encima de lo que pueda soportar. Lo que me sobrevenga, lo puedo soportar, porque Dios es fiel. Si Él me permite pasar por algo, es porque yo soy fuerte e incluso, promueve un escape a eso. Por lo tanto, no es que usted no haya tenido fuerzas, sino que no quiso resistir.
Eso cambia todo. Cambia su manera de ver los problemas, la vida, el mundo, su manera de comportarse. Usted debe verse como el hijo del Rey y se comportará como tal.
Crea en eso: Dios es fiel. La lucha por la que usted está pasando no es más grande de lo que pueda soportar. Junto con esta lucha, Dios le da el escape. Busque el escape. No se detenga a observar el tamaño del problema.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.