thumb do blog Renato Cardoso
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SOLO UN POCO MÁS, USTED PUEDE LOGRARLO

No se detenga en la mitad del camino, podría estar cerca de la meta. «Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá y no tardará.» Hebreos 10:36-37

El viejo dicho «nadó, nadó y murió en la orilla» se aplica a muchas situaciones en la vida de muchas personas. Este dicho no es en vano, porque los seres humanos parecen tener la habilidad de rendirse cuando están casi llegando.

Lamentablemente, esto es común entre muchas personas que no entienden un factor muy importante sobre su forma de pensar y actuar.

Cuando nuestra mente dice «¡no puedo más!» aún podemos llegar muy lejos, puede estar seguro de eso. La mente que está acostumbrada a la comodidad, ante el menor signo de incomodidad, gritará, ordenándonos que regresemos al lugar de confort en el que estábamos. Esto en cualquier situación, ya sea un esfuerzo físico, mental, emocional, espiritual, siempre buscará el lugar de menor riesgo.

Pero la Palabra de Dios dice:

«Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá y no tardará», Hebreos 10:36-37.

Entonces, después de haber hecho la voluntad de Dios hoy, usted necesita creer en la semilla que sembró para poder cosechar a su debido tiempo.

Ese «aún un poquito de tiempo» es donde muchos mueren en la orilla, porque no pueden soportarlo, la mente les habla muy fuerte: «ríndete», «ya nada tiene sentido», «no lo lograrás», y así sucesivamente. Y la persona, en ese momento, se rinde.
¿Cuántas personas que, durante muchos años, sirvieron, buscaron a Dios, fueron a la iglesia, superaron obstáculos, pasaron por muchas luchas, después de una cierta demora en lograr lo que querían, perdieron la esperanza, perdieron las fuerzas y se rindieron?

Es decir, tomaron todos esos años vividos en fe, en obediencia, y los echaron por la borda y Le dieron la espalda a Dios, porque no tuvieron la paciencia de esperar un poco más.
Necesitamos aprender a darle órdenes a nuestra mente, a nuestro corazón, a nuestros sentimientos, diciendo: «Seguiré en este camino porque sé que es el correcto y que Dios no falta a Su promesa».

Es importante recordar que este «no tardará» no es nuestro tiempo, es el de Dios, y el tiempo de Dios es perfecto, es cuando las cosas suceden. Entonces, debe mantener su paciencia, su fuerza y decirle a su corazón: «¡cálmate!».

Como dice el Salmo 4-4: «Temblad y no pequéis, meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y callad».

El mundo dice que usted no puede controlar a su corazón, pero Dios dice lo contrario. ¡Practique esto!

¡Deje de confesar su derrota! Necesita cambiar su forma de hablar, de pensar y enfocarse en lo que Dios enseña en Su Palabra. Haga Su voluntad, porque lo que ha de venir vendrá. Soporte un poco más, cuando se enfoque en lo que realmente importa, dejará de sentir ese desánimo y ese deseo de rendirse.

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso