thumb do blog Renato Cardoso
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SU POLLINO, ¡ÉL LO NECESITA! (Increíble…)

En la semana que antecedió Su crucifixión, Jesús se enfocó en cumplir todas las profecías que había sobre Él. El día conocido como Domingo de Ramos, Jesús envió a dos de Sus discípulos a la aldea más cercana y los instruyó sobre el pollino que necesitaba para Su entrada triunfal en Jerusalén.

Las instrucciones fueron claras:

«… y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.»
Marcos 11:2

¿Por qué Jesús necesitaba específicamente a ese pollino, con esas características?

Me gustaría aclararle que ese «pollino» soy yo, es usted. Nosotros somos ese pollino.

1.º Él sería el primero en montar ese pollino:

Eso nos trae a la memoria que Dios quiere ser el primero en nuestras vidas, no el segundo, el tercero o la última opción que queda cuando ya agotamos todas las demás.

«Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.» Marcos 11:3

2.º El Señor, dueño de TODAS las cosas de la tierra, necesitaba ese pollino (incluso parece irónico):

En realidad, Él no lo necesitaba, pero hizo como que lo necesitaba.

Muchas personas no tienen conciencia de que son ellas las que necesitan a Dios. Somos nosotros (pollinos) que Lo necesitamos. Sin embargo, en Su infinita grandeza, Dios se hizo dependiente, ¡a tal punto de pedirlo prestado!

Esta conciencia de necesitar a Dios es una de las más importantes, ya que la tendencia del ser humano es creer que está ajeno a esta necesidad.

Observe que cuando una persona está dotada de belleza, riqueza, inteligencia o condiciones, tiende a creer que todo lo que ella tiene en la vida es suficiente para no necesitar el favor de nadie.

Aunque usted no necesite a Dios para nada, porque su capacidad se lo suple, hay una cosa que solo Él puede resolver: el problema de la muerte, problema que el ser humano no logra resolver hasta hoy.

El único que fue capaz de resolver este problema fue Jesús. Por eso, es necesario que usted se vuelva a Él para resolver el problema referente a su vida eterna.

3.º Jesús eligió un pollino:

No un caballo, un camello u otro animal, Él necesitó un pollino. Un animal que tiene la peculiar característica de ser terco (cualquier semejanza con el ser humano es pura coincidencia, ¿o no?). Vea el siguiente versículo:

«El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, Mi pueblo no tiene conocimiento», Isaías 1:3.

¡Este versículo nos da la impresión de que Dios está comparando al pueblo con un pollino o incluso con algo menor!

Y la historia se sigue repitiendo actualmente, porque el ser humano, muchas veces, es incapaz de reconocer al suplidor de todas sus necesidades.

«… y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.»
Marcos 11:4

4.º Ese pollino estaba atado:

El detalle del pollino atado muestra la realidad de los que aún no Le entregaron sus vidas al Señor Jesús.

Ese pollino se volvió libre cuando se lo llevaron al Señor para que lo montara. De la misma manera, solo cuando dejamos que el Señor Jesús nos guíe, nos volvemos verdaderamente libres.

Cuando se invita a una persona a entregarle su vida a Dios, generalmente, piensa que perderá su libertad. Sin embargo, este razonamiento equivocado le impide ver la realidad, porque lo único que perderá son las ataduras del pecado y del sufrimiento que la ataban a una vida amargada.

Esto no tiene nada que ver con religión o iglesia. Así como ese pollino, solo nos volvemos libres al depositar nuestras vidas en las manos del verdadero Libertador.

5.º Además de estar atado, ese pollino estaba entre dos caminos:

Esos dos caminos no estaban ahí por casualidad. Un camino representa el de Dios y el otro el de la destrucción. La vida eterna y la muerte eterna.

USTED está entre esos dos caminos. La decisión es suya.