TODO COMIENZA EN SU MENTE
El cambio y la transformación de su vida empieza en su mente. «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» Romanos 12:2
Es un hecho fácilmente observable que, antes de que un cuerpo sea transformado de «no saludable» a «saludable», la mente de ese cuerpo debe ser transformada. Antes de que un matrimonio sea transformado, la mente de los dos debe ser transformada. Antes de que una empresa se forme, la mente del que conduce esa empresa debe ser transformada. Todo lo que usted encuentra en la vida, primero existió en la mente de alguien y después existió físicamente.
Es decir, la mente del ser humano es el gran generador de las cosas, porque Dios nos hizo a Su imagen y semejanza, y nos dio el poder de transformar las cosas. La Biblia dice que fuimos hechos un poco menores que los ángeles. También está escrito: «No os conforméis a este siglo…», Romanos 12:2. En otras palabras, no se adapte al mundo, no siga el curso del mundo como alguien que se deja llevar por la corriente del río. Incluso, Él habla sobre la «renovación del entendimiento». Como todo, la mente debe pasar por un cuidado, un mantenimiento, para que, de esta manera, siga sirviendo. La mente tiende a apegarse a las ideas que no funcionan más. Tal vez su forma de trabajar esté ultrapasada, pero el mundo avanza. Por ejemplo, estamos en la era de la inteligencia artificial y de la robotización, por eso, muchos trabajos están desapareciendo. Las personas se lamentan, pero no siguen el avance de su área de trabajo. Lo mismo sucede en la vida, usted puede quedar atrás.
Si no transforma su mente, ¿cómo transformará su exterior? Esa es la gran locura del ser humano, las personas desean la transformación del lado de afuera, pero por dentro siguen casadas con sus viejas ideas.
Entonces, si el poder de transformación de su vida está en su mente, ¿qué debe hacer? ¿Cuál debe ser su estrategia? Llenar su mente con la Palabra de Aquel que la creó. El que creó la mente es superior a esta, por eso, la inteligencia nos dice: «¿Qué más puede enseñarnos?, ¿cuál es el manual de nuestra mente?». El manual es Su Palabra.
Sin embargo, el ser humano no quiere someterse al Creador, quiere hacer lo que le gusta y no entiende que es esclavo de esa supuesta «libertad». La verdadera libertad es decidir hacer lo que quiere, eligiendo hacer lo que es bueno. El ser humano se resiste a la mente Divina porque cree que será esclavo de esta. Pero todos somos esclavos de algo (de nosotros mismos, de las ideologías, de las filosofías que decidimos seguir). Como usted no es Dios, seguirá a alguien. Por tal motivo, si debo seguir a alguien, ¿por qué no al más grande de todos?, ¿por qué no al Creador? Solo piense así.
Tal vez usted no se somete a la Palabra de Dios, pero se somete al prospecto, al gobernante, a las redes sociales y a todas las palabras que entran en su mente; lo que lo desestabiliza. Usted se esclaviza por las palabras de este mundo y se resiste a la Palabra de Dios, que es buena. La voluntad de Dios nunca será mala para su vida. Preste atención: Dios nunca le pedirá algo que le hará mal. A veces va al médico y escucha: «Usted debe tomar este remedio, pero tiene efecto colateral, que le puede producir esto o aquello». La palabra del médico, en la mejor de las intenciones, le recetará algo que puede curarlo, pero también le provocará otros problemas. Sin embargo, la Palabra de Dios nunca le producirá efectos colaterales, porque es buena, perfecta y agradable.
Si la Palabra de Dios transforma su mente, todo lo demás en su vida también será transformado.
Piense sobre esto a través de este video.