TÚ QUIERES, PERO NO LO ASUMES…
En el siguiente video encontrarás un consejo especial para ti, ¡seas soltero o casado!
Tener una familia es algo que el ser humano desea, porque la mejor manera de vivir es al lado de una familia que te apoya. Sin embargo, muchos tal vez ya desistieron de ese sueño, porque tuvieron experiencias horribles en su vida y dicen que prefieren quedarse solos.
Pero, en realidad, nadie prefiere quedarse solo, a no ser que piense que estar con alguien será peor. Claro que esas experiencias traumáticas del pasado hacen que las personas piensen así, pero en su sana conciencia ellas quieren tener una familia.
La Palabra de Dios dice: «Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios», Hebreos 3:4.
Es decir, así como una casa o un edificio necesita ser edificado por alguien, porque no surgirá de la nada, de la misma manera, una familia y un matrimonio también deben ser construidos por alguien. Además de tener ese deseo, ese alguien tiene que entender que no es posible edificar solo.
Como está escrito: «Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican…», Salmos 127:1.
Observa, tú debes aliar tus esfuerzos con Dios para tener una familia, no intentar formarla con la fuerza de tu brazo.
Muchos solteros piensan así: «Trabajaré, primero estudiaré, ganaré dinero y, allí adelante, encontraré a una persona y me casaré».
En otras palabras, presumes que, sin ningún esfuerzo de tu parte, sin ninguna preparación, sin ningún entendimiento sobre eso, encontrarás a una persona y serán felices para siempre. Eso no tiene sentido, porque la razón de tus estudios es para tener un trabajo mejor y, consecuentemente, más dinero, porque sabes que sin preparación no lograrás alcanzar una mejor condición financiera. Lo mismo sucede en la vida amorosa.
Entonces, soltero, si quieres tener una casa edificada, una familia feliz, debes prepararte ahora, aunque no quieras tener una relación en este momento. Porque, si surge la persona y no estás listo, arruinarás todo. Pon eso en tu corazón.
Y tú, casado, debes entender que, si tu matrimonio no está como te gustaría, alguien tiene que edificar esa casa, alguien tiene que tomar una actitud. Si estás leyendo este texto, ¡Dios ya te está mostrando que ese alguien eres tú!
Escucha el mensaje completo en el siguiente video.