thumb do blog Renato Cardoso
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UNA BUENA NOTICIA: ¡DIOS PERMITE RECOMENZAR!

¿Existe alguna área de su vida que necesita cambios? Dios permite que usted recomience, ¡pero depende exclusivamente de que usted dé el primer paso!

Dios, a lo largo de toda la historia de la humanidad, siempre intentó ayudar al ser humano caído, fracasado, después de haber fallado a veces incluso de forma «imperdonable», siempre intentó ayudarlo a que recomience.

Lo vemos en toda la Sagrada Escritura. Lo vemos cuando Caín falló en el Altar, cuando trató al Altar con desdén. Cuando él y su hermano Abel fueron a hacer una ofrenda para Dios, Abel pensó y preparó su ofrenda queriendo agradar a Dios. Es lo que debe hacer una persona que le presenta una ofrenda a alguien. No me refiero al dinero, sino a la ofrenda de su vida. Cuando usted hace algo por su esposa o marido, por sus hijos, padres, patrón, cliente, lo que haga por otra persona es su ofrenda. Y si usted no hará lo mejor, es mejor no hacerlo. Porque hacerlo de cualquier manera es un insulto para esa persona.

Entonces, Abel pensó: «Le ofreceré una ofrenda al Dios Padre, al Creador». Así, tomó la mejor oveja. Él no tomó la oveja enferma, manca, flacucha. Por otro lado, Caín, tratándolo como una carga, pensó: «Soy labrador. ¿Qué tengo para ofrecer? Frutos de la tierra. Entonces, ¿qué frutos tengo que no voy a necesitar?». Fue e hizo una ofrenda defectuosa, maloliente, que Dios ni siquiera quiso mirar. Y, por eso, Dios no la aceptó. Sin embargo, Caín se enfureció, demudó su semblante.
«Entonces el Señor dijo a Caín: ¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante? Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.»
Génesis 4:6-7

En otras palabras, Dios permitió que Caín lo intentara de nuevo: «Si lo haces bien la próxima vez, serás aceptado». Dios no castigó a Caín, no le mandó un rayo por la cabeza, no le hizo algo malo. Solo le dijo que no había sido su mejor y le dio otra oportunidad para que Caín mostrara que era mejor que eso.

Y así ha sido a lo largo de toda la humanidad. El Señor Jesús le dijo a la mujer que se fuera y no pecara más. Todo el tiempo, Dios está permitiendo que el ser humano recomience.

Pero claro que ese recomenzar tiene un límite, que es la misericordia de Dios. La misericordia de Dios, de hecho, se renueva cada día, pero usted no se renueva cada día, usted está envejeciendo, un día moriremos. Entonces, a pesar de que la misericordia de Dios dure para siempre, usted no dura para siempre. Por eso, hay un límite. Entonces, para recomenzar, usted necesita aprovechar la oportunidad que se le presenta ahora y hacerlo mejor.

En vez de culparse y castigarse, coloque su esfuerzo en hacerlo mejor de ahora en adelante. Comience como si estuviera comenzando de cero. ¿Y si le dijera a su esposa o marido: «Quiero recomenzar desde cero»? Pero no solo con palabras. ¿Y si lo hiciera con respecto a su empleo, a su trabajo?

¿Hasta cuándo usted será un «Caín»? Debería estar enojado por esa mala ofrenda que ha dado. Despierte ante la vida. Dios permite recomenzar, pero es usted quien debe comenzar.
Y usted que pecó y dejó la fe, ¿hasta cuándo estará lamentándose? La Salvación es individual. Olvídese del pasado. Regrese mientras haya tiempo. Porque puede ser demasiado tarde si deja eso mal resuelto.

¿Qué hará usted? ¿En qué área de su vida recomenzará y ya dará el primer paso?

Vea el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso