thumb do blog Renato Cardoso
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Una CARGA llamada PASADO

Usted no necesita cargar ese peso solo. Existe una salida eficaz para terminar con ese sufrimiento

Con seguridad, usted ya ha pasado por una situación parecida: Necesitaba cargar algo muy pesado y había personas a su alrededor, pero nadie se ofreció para ayudarlo. Y, en una situación así, tenemos dos opciones: Tragamos la rabia y pedimos lo obvio (la ayuda) o cargamos eso solos (y con rabia).

Se trata de la rabia por no recibir ayuda cuando la necesitaba. Alguien podría haberle extendido la mano y aliviado ese peso. Todos hemos pasado por eso (de ambos lados de la historia).

Y muchas personas han vivido con esa rabia. Hay personas que no pueden lidiar con el peso del pasado. Llevan el pasado en sus espaldas y lo cargan como algo que pesa cada vez más. Estas personas miran hacia atrás y lamentan lo que sucedió, se enojan con los demás. Perdieron algo y no se conforman con la pérdida (y eso queda allí). «¿Dónde estaba Dios cuando pasé por eso? Las personas en las que más confiaba no me ayudaron. A nadie le importo». Y, tal vez, no se da cuenta de que, por haberse vuelto una persona tan amargada, está alejando a las personas que se acercan a usted.

A usted le gustaría que las personas se le acercaran, que disfrutaran pasar tiempo con usted, pero nadie quiere estar cerca debido a esa apariencia de bomba de tiempo que tiene.

Usted está cargando un peso que no necesita llevar. Nada de lo que haga cambiará el pasado. Deje ese orgullo. Pida ayuda a Aquel que puede ayudarlo. La Palabra de Dios dice: «Bueno es el Señor, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él se refugian», Nahúm 1:7. Guarde esta Palabra consigo. Por más que no entienda a Dios, si confía en Él, entonces confía en Su carácter. Muchas veces no entenderemos los caminos de Dios, porque somos limitados. Dios ya conoce el final de la historia. Así que es inútil cuestionarlo. Lo que usted debe hacer es confiar. Es necesario tener fe en esta Palabra. El hecho de que le haya sucedido algo malo no significa que Dios lo haya abandonado.

Reflexione al respecto a través del mensaje del siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso