«Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…», Génesis 1:26. Esta verdad nos deja muchas lecciones importantes. Principalmente de que tenemos un patrón más grande y superior, en el que debemos aspirar y usar como referencia. Después de todo, salimos de Él y fuimos creados a Su imagen y semejanza. No somos exactamente iguales, somos Su imagen y semejanza. Es como su reflejo en el espejo (la imagen no es usted). Por lo tanto, tenemos un patrón al que debemos aspirar.

Los hijos de Dios (los que quieren tener una relación con el Altísimo), deben moldear sus vidas en Él. Por ejemplo, yo tengo que buscar tener el carácter de Dios, tengo que buscar Sus intenciones, lo que Él busca. Sin embargo, después de que Dios creara al hombre, ¿qué pasó? Algo muy curioso: en lugar de que el ser humano se refleje en Dios, ha preferido crear dioses a su propia imagen. Hoy, cuando usted observa la situación espiritual de las personas, de manera general, ¿qué ve? Ve a personas que crean dioses que encajen en sus deseos, valores y principios. Es un dios que no las condena en nada, las aprueba en todo lo que hacen. Porque buscar al Creador, seguramente, implicará muchos cambios (como abandonar las cosas equivocadas).

El ser humano es orgulloso, obstinado, no recuerda que fue creado con barro. Dios podría haber usado cualquier otro material para crearnos (acero u oro), pero usó barro, porque es maleable. El ser humano es una criatura cabeza dura. En lugar de buscar ser mejor todos los días, prefiere estar de la manera en la que está y encontrar un dios que no lo critique. De esta manera, las personas se lastiman y lastiman a las demás por el camino. Todo a causa de esa rebelión. El ser humano no quiere estar por debajo de Dios, quiere ser dios. No obstante, Dios no aceptará competencia.

Por eso, si quiere tener una relación con Dios, póngase en su lugar, usted es criatura. El que quiere servir a Dios tiene que ser como el barro, tiene que ser maleable, humilde. No podemos olvidarnos de dónde vinimos, de la tierra, somos polvo. Entonces, miremos hacia Dios, que es nuestro patrón de referencia. Él es Dios y nosotros solo Sus criaturas (si ya nacimos de Él, somos hijos). Vea el mensaje completo en el video y piense sobre el tema.