Nadie quiere morir solo. La soledad, temporalmente, puede ser agradable cuando una persona necesita calmarse. Pero no es buena por mucho tiempo, porque el ser humano no fue creado para vivir solo.

Pero, si la soledad es lo que nadie quiere, ¿por qué, muchas veces, hacemos cosas que nos llevan a eso?

Por ejemplo, cuando usted piensa en la mayoría de las personas, estas tienden al egoísmo y no al altruismo. Un «altruista» es alguien que siempre desea darle un buen servicio a los demás. El ser humano, por naturaleza, tiene la tendencia de pensar en obtener lo que desea, en que él mismo debe servirse, en que él debe ser el centro de su propio interés y atención.

Entonces, la persona piensa: «Debo ser rico». Y piensa en estudiar y buscar una empresa que le sirva mejor para sus proyectos personales.

¿Por qué hay muchas relaciones que no perduran? ¿Qué buscan las personas? Piensan: «Me casé para ser feliz». La persona se casa y siempre está pensando en lo que el otro hará por ella. Le exige a su cónyuge lo que ella quiere.

Así, el egoísmo es el camino seguro hacia la soledad, para terminar solo en la vida. A nadie le agrada el egoísta. El altruismo, en cambio, es el camino para tener siempre buena compañía. Usted siente paz al hacer el bien a los demás.

Vea cómo, aparentemente, es contradictorio. Las personas egoístas piensan que se sentirán bien si buscan todo para sí mismas, pero terminan sintiéndose vacías. Cuando usted busca hacer el bien por los demás, se siente útil, siente que ha contribuido y experimenta felicidad.

En una ocasión, el Señor Jesús dijo: «… Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame» (Lucas 9:23). Es decir, ser discípulo de Dios es negarse a sí mismo. Esto es lo contrario de lo que dice el mundo, que es «sigue tu corazón» o «ve tras lo que quieres». La «cruz», simbólicamente, significa sacrificar los propios deseos en favor de un propósito mayor. Jesús sabía que el propósito de llevar la cruz era más grande que la propia cruz.

Por lo tanto, el egoísmo es el camino hacia la soledad. Si usted lo busca, la Palabra de Dios enseña que encontrará el vacío, la soledad, una vida sin sentido. Pero el camino hacia la verdadera felicidad es hacer lo mejor por los demás, no hacer de sí mismo el centro del mundo.

Reflexione sobre esto y vea el siguiente video.