¡VERGÜENZA!
Todos ya sentimos vergüenza en algún momento de la vida, especialmente cuando necesitamos pedir ayuda por algo que no logramos resolver solos, pero ¿cómo superar este sentimiento y finalmente encontrar la solución? Descubre, en este video, cómo vencer la vergüenza y ponerle un fin a esa situación que has intentado resolver hace mucho tiempo sin éxito
Cristiane y yo enfrentamos muchos desafíos en nuestro matrimonio los primeros 12 años. Durante mucho tiempo sentí vergüenza de buscar ayuda, no porque no hubiera solución o porque los problemas fueran insolubles, sino porque seguíamos la mentalidad de «la ropa sucia se lava en casa». De esta manera, guardábamos para nosotros todas las dificultades, las peleas, los desentendimientos, los días difíciles, y nunca buscábamos apoyo. Pensábamos: «No podemos molestar a los demás»; «Las personas sabrán que tenemos problemas»; «Somos un matrimonio, podemos resolverlo solos».
Esta mezcla de ignorancia, orgullo y vergüenza nos hizo sufrir mucho más de lo que deberíamos. El miedo de admitir que no sabíamos cómo resolver nuestros problemas nos impedía buscar ayuda antes que fuera demasiado tarde. Solo cuando nuestro matrimonio pendía de un hilo, cuando Cristiane me dijo: «No se puede más. Prefiero separarme e irme», que tomamos una actitud. Fue una llamada en la que pedimos ayuda la que marcó el inicio de la transformación de nuestra relación.
Hablamos más al respecto en el libro Matrimonio Blindado. Si ya lo leíste, sabes de lo que estoy hablando. La vergüenza ha sido un gran obstáculo para muchas personas que enfrentan dificultades en la vida amorosa, porque creen que deberían saber lidiar con todo solos. Pero, la realidad es que nadie nace sabiendo. El momento en el que una pareja intercambia votos en el Altar, no recibe automáticamente el conocimiento para un matrimonio exitoso. Es un aprendizaje continuo, así como cualquier nuevo desafío en la vida.
Si estás sufriendo en el matrimonio, si ya intentaste otras relaciones y fracasaste, si estás solo, divorciado o viviendo un matrimonio infeliz, entérate que no hay vergüenza en buscar ayuda. Vergüenza es seguir sufriendo sin hacer nada para cambiar.
El rey David habló sobre este sentimiento:
«Cada día mi vergüenza está delante de mí, y la confusión de mi rostro me cubre…», Salmos 44:15
David tuvo humildad para admitir su vergüenza, y miles de años después, aún sabemos al respecto porque él no tuvo miedo de registrar sus sentimientos. Él buscó ayuda em Dios y encontró una solución. Esto es lo que la Terapia del Amor puede ofrecerte.
Si tu vida amorosa está lejos de lo que debería ser; si estás empujando tu matrimonio con la panza, viviendo sin diálogo, sin intimidad hace semanas, meses o incluso años, tal vez más como enemigos que como pareja, necesitas reflexionar. Tal vez, tu objetivo esté solo en el trabajo, en el dinero y no te has detenido a pensar: «¿Qué estoy haciendo de mi vida? Necesito invertir en mi relación».
Y cuando alguien habla de la Terapia del Amor huyes, como el diablo huye de la cruz, ¿sabes por qué? Por vergüenza y orgullo. Y esto es lo que te puede estar manteniendo confuso, infeliz, solo a punto de enfrentar un divorcio más.
Todos queremos ser amados y tener a alguien que se preocupe por nosotros, pero eso comienza con humildad. Debes dejar la vergüenza de lado y reconocer delante de Dios que necesitas ayuda. Lo que realmente debería avergonzarte no es pedir ayuda, sino permanecer en la misma situación, sin buscar una solución. Dios está con los brazos abiertos para los que quieren un cambio.
Por eso, te invito a participar de la Terapia del Amor, a las 20 h, en el Templo de Salomón o en la Universal más cerca a tu domicilio. Consulta aquí las direcciones.
Mira este mensaje completo en el video.